Todos estamos conectados

y juntos podemos cambiar las cosas.

En una economía global, nuestras decisiones diarias en materia de consumo de pescado y marisco pueden tener un gran impacto en los recursos marinos y en las personas que dependen de ellos, incluso, muy lejos de nuestros hogares. La sobrepesca, para satisfacer una demanda creciente, es una gran amenaza que intentan prevenir los gobiernos y el sector pesquero.
Estas son algunas formas con las que puedes cambiar las cosas.

Compra pescados y mariscos que tengan sello de sostenibilidad

Busca las etiquetas MSC o ASC o las etiquetas de productos orgánicos que indican que el pescado que has comprado proviene de pesquerías o de acuicultura sostenible y con certificación.

No comas pezqueñines

Un pez que no alcance un tamaño adecuado, no es un pez adulto y, por lo tanto, no ha tenido tiempo para reproducirse. Pídele a tu pescadero que te asegure que estás comprando peces adultos. Al hacerlo, estás colaborando con la recuperación del mar.

Diversifica tu consumo

Variar tu consumo de pescados y mariscos asegura una presión más equilibrada sobre los recursos marinos. La biodiversidad fortalece a los ecosistemas. ¡Diversificar nuestro consumo es divertido y ayuda a los océanos!

Comprueba la etiqueta

En la UE tienes derecho a saber el nombre comercial y científico del pescado o marisco que estás adquiriendo, de dónde proviene, si ha sido capturado o criado y de qué forma, y si es un producto fresco o descongelado. Si no tienes esa información a mano, pídela. Si no puedes obtener respuesta a estas preguntas, no compres ese producto.

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